Gaia y la crisis de salinidad del Mediterráneo

Este es un resumen que me hicieron hacer sobre un artículo interesante que trata de la importancia del mar Mediterráneo en la existencia de la Tierra, espero que no os aburrais

En nuestro planeta, al contrario que en los demás planetas como Venus, hay vida (al menos durante los últimos 3.5 billones de años) y además está poblado de organismos vivos y esto es debido a que el océano nunca se ha hervido o se ha congelado completamente.
La temperatura superficial en los planetas depende de: la radiación solar recibida, la radiación solar perdida como consecuencia de la reflexión de la superficie del planeta y la radiación solar reflejada atrapada por los gases de efecto invernadero en la atmósfera.

James Lovelock fue el primero en proponer la hipótesis de Gaia. En ella proponía que el efecto del albedo ha influido en el clima. El auge y caída de una especie de diferentes organismos vivos han proporcionado un mecanismo para que la realimentación terrestre sea un sistema de auto-organización.
Pero el factor que realmente ha actuado sobre Gaia es el efecto invernadero. La concentración de los gases de efecto invernadero en la atmósfera terrestre ha variado, pero la variación ha sido moderada porque hay vida en la Tierra.
Hsü propuso que Gaia era endotérmica porque la vida sobre la tierra ha ido alternándose en sucesiones de aire acondicionados y calentadores, los cuales desarrollaron y desactivaron o reforzaron el efecto invernadero terrestre. Cuando la tierra estaba demasiado caliente, el aire acondicionado, tal como una bacteria anaerobia, cianobacteria, los organismos esqueléticos y los árboles y finalmente el plancton calcáreo, contribuyó a bajar la temperatura terrestre. Cuando la temperatura de la tierra era baja en los periodos de glaciación, los calentadores, tales como las bacterias metanogénicas, faunas de Ediacara, tundras y desiertos de plantas y ahora el Homo sapiens, contribuyeron a subir la temperatura terrestre.
Por tanto, el clima es un factor esencial del medio ambiente en nuestra supervivencia y por ello las formas de vida han ido cambiando en el curso de la evolución.

Pero además de todo esto, Gaia necesita “riñones” para mantener su sistema de auto-organización vital, como los humanos, que son los océanos formados por sal y agua (sal  salinidad). No hay evidencia de que el agua del océano ha cambiado su salinidad de forma significativa en el curso de la historia geológica más reciente.
El contenido mineral del océano viene de la erosión de escombros (debris) de rocas del continente transportados por los ríos hacia el océano. Arena, sedimento, arcilla y otros materiales detríticos relativamente insolubles son depositados como sedimentos detríticos. Rastros de elementos son absorbidos, por lo menos en parte, por los organismos vivientes o por los sedimentos y así son disipados (separados) por el agua del océano. Muchos constituyentes mayoritarios se quedan disueltos, y ellos incluyen cationes sodio, magnesio, potasio y calcio, y aniones cloro, sulfato y bicarbonato. La salinidad del océano oscila entre el 32-36‰, con una media de 34,5‰.
Pero la pregunta es, ¿dónde se sitúa el riñón de Gaia?
Debido al gran tránsito marítimo del Mediterráneo su medio ambiente se fue deteriorando gradualmente.
Tal fue el deterioro que aumento excesivamente la salinidad de sus aguas ya que se fue secando. Esta sal depositada eran iones procedentes de los océanos. Por estas evidencias y muchos más datos se descubrió que el riñón de Gaia en el Mioceno fue el Mediterráneo.
Los gigantes salinos de la talla de la evaporita del mediterráneo son raros en el registro geológico pero no únicos.
Esta frecuencia de los lugares de depósito de gigante de solución salina es un límite en la tasa de afluencia media de los iones de sal a los océanos. Si la afluencia total de sal de los océanos es 1010 toneladas por año, unos 1018 toneladas que se han añadido al año al mar en 100 millones de años. La salinidad de los océanos habría sido 20 veces a la normal si no hubiese actuado como "riñón" de Gaia el gigante salino.
No tenemos evidencia geológica que tal drástica catástrofe haya ocurrido nunca. La sal que afl al año a los oceanos debe haber sido mucho menor. Con una anual de 5 x 107 toneladas influjo del continente, la adicion habría sido de 5 x 1015 toneladas por año a partir de 100 millones años. El aumento de la salinidad de los océanos habría sido del 10%, por ejemplo, de alrededor de 32,3 ‰ al 35,2 ‰.
Un cambio tan lento durante un largo intervalo no debería haber sido tan devastador para influir en la ecología de organismos marinos.
En conclusión, los malabares de cifras señala:
1) La adición de iones de sal a los océanos no pueden han sido 1010 toneladas por año, según las estimaciones de los geoquímicos sobre la base de estudiar el flujo de la sal ríos recientes.
2) Una lenta adición de unos 5 x 107 toneladas por año contribuye a un aumento gradual de la salinidad de los océanos, pero el cambio fue tan lento y gradual que no podía ser manifestado por el paleontológico y registros geoquímicos.
3) La deposición rápida de decenas de kilómetros de sales en las cuencas aisladas, tales como el Mioceno en el Mediterráneo es un proceso necesario en una auto-organización del sistema. Sin la eliminación de los iones de la sal, y metales pesados como el plomo, el zinc, el osmio, uranio, etc de las aguas oceánicas normales, el mundo del océano se hubiese convertido Gaia en inhabitable. Gaia habría muerto si no tenía un riñón sano.